jueves, 7 de febrero de 2013

EL DISCO DE LA SEMANA

ARTHUR VEROCAI: Arthur Verocai (Continental Records, 1972; reedición en CD por Kindred Spirits, 2011)
En mi progresiva pero lenta, calmada inmersión en los sonidos facturados en Brasil entre finales de los 60-principios de los 70, muchos de ellos englobados dentro del movimiento conocido como Tropicalia, y buscando algunas cosas imprescindibles, representativas y bastante evidentes de esos sonidos recibí la recomendación de un buen conocedor de una oscuridad procedente de 1972 y recientemente relanzada en CD, con la promesa de que se trataba de una obra maestra. Le hice caso, y pocas veces una recomendación ha sido tan acertada.
Este LP, durante mucho tiempo una cara pieza de coleccionismo, es una traslación genial de influencias norteamericanas, sobre todo provenientes de las músicas negras, de los 70 hacia los suaves y cálidos ambientes de la música brasileña. Obra de un productor y arreglista con larga experiencia en los estudios, su disco contó con la ayuda de grandes músicos y vocalistas, y unas lujosas envolturas a cargo de vientos y cuerdas. El sonido general del disco es, en una sola palabra, abrumador.
Y de esa producción grandiosa se benefician diez canciones en apenas veintinueve minutos que nos mecen cómodamente de la bossa hacia el jazz rock, pasando por el soul y el funk. Si tuviéramos que establecer una comparación con un músico más conocido aquí en occidente ese sería Shuggie Otis.
Caboclo es la primera de las piezas, con unas primeras notas en plan cantautor folkie acústico a las que se suma una decoración con sintetizadores, coros típicos de la música popular brasileña y toques de bossa y otras manifestaciones musicales del país; para terminar de presentar las credenciales, aparece la lujosa orquestación que será habitual a lo largo del disco. Pela Sombras es buena muestra de esa influencia de la música negra norteamericana de los 70, de Terry Callier por ejemplo, con un bello piano eléctrico que se ve enriquecido por vientos, con especial protagonismo del saxo y el trombón. Es una pieza versátil de jazz rock y con una base rítmica llena de groove.
Sylvia es un instrumental, primero de los dos presentes en el disco, profuso en el uso de instrumentos con una flauta solista, acercándose a Deodato y con inflexiones de banda sonora. Presente Greco es funk rock con guitarra Wah-Wah y poderosos metales, con una potencia y una fuerza aumentada por la letra cantada a coro. Dedicada A Ela es un tema más lento pero intenso, muy a lo P-Funk con un piano jazz-rock muy 70's. Seriado transita otros caminos de la música negra, el del soul con cierta presencia del gran Curtis Mayfield, y presenta una voz solista femenina, la de Célia.
Na Boca Do Sol incide en el funk de Dedicado A Ela, casi una pieza de Funkadelic pero con esos inconfundibles coros brasileños. Velho Parente y O Mapa son ejemplos de bossa y pop brasileño más ortodoxos, la primera de ellas con un desarrollo progresivo en el que van sumándose instrumentos. Para terminar, lo menos destacado de un disco sensacional disco si pensamos estrictamente en canciones: Karina, rock jazzístico y experimental con metales y solos de guitarra, saxo y trombón, y dominada por aires de improvisación.
Si a tal contenido le sumamos una bonita presentación en digipack con completo libreto repleto de grandes fotos, esta adquisición es más que recomendada... ¡es casi imprescindible!
David

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