martes, 1 de diciembre de 2009

MÁS CONTUNDENTE QUE UN ZEPPELIN DE PLOMO

2009 ha sido un año conmemorativo en muchos aspectos para el mundo de la música popular. El año que se podría considerar fundacional del rock fue 1969, es decir, ya no hablamos de pop, ni de beat, ni de psicodelia, ni de R&B... sólo de rock (y los subestilos que engloba) y de toda una industria construida a su alrededor, muchas veces orientado a un público adulto y con mayor poder adquisitivo más que al público teenager al que estaba dirigido el pop (y los subestilos, de nuevo, que engloba) desde los años 50.
Absurdas teorías y jugadas maestras (por aquello de orientarse a un público con más pasta) de las entonces poderosas multinacionales del disco aparte, 1969 fue un año de enormes discos que han sido rememorados y homenajeados en este 2009. El ABBEY ROAD de los Beatles (que ha sido acompañado de la remasterización y vuelta a las listas de éxitos de todo su catálogo), el GET YER YA-YA'S OUT de los Stones que va a recibir un tratamiento de lujo (curiosamente nada se ha dicho del LET IT BLEED), etc.
Pero a punto de terminar el año, dos discos de tremenda importancia no han recibido ese homenaje más que merecido. Hablo de los dos primeros elepés de Led Zeppelin, la banda más popular y exitosa de los 70, uno de los artífices de ese comienzo del reinado del rock, y dos obras vitales de la música popular, cimentadoras de toda la mitología construida sobre la banda de Page y compañía.
LED ZEPPELIN y LED ZEPPELIN II (también conocido como el Bombardero Marrón) cumplen sus cuarenta años, el primero editado en enero de 1969 y el segundo en octubre del mismo año, y ese aniversario no se ha visto acompañado de lanzamientos discográficos que lo celebren, ni de documentales, remasterizaciones de todo lo imaginable, etc. etc. etc. Quizá la reunión de los tres componentes del grupo en diciembre de 2008 fue un acontecimiento lo suficientemente importante que llegó a eclipsar los aniversarios discográficos que iban a acontecer al año siguiente (y que no llegaron a celebrarse como es debido).
Desde aquí, un sencillo homenaje a estos dos discos que tienen la rara habilidad de poder ser disfrutados una y otra vez, cuarenta, cincuenta o sesenta años después de su creación. También, aprovecho para manifestar mi preferencia por LED ZEPPELIN I, con su sonido, estética e intenciones aún tan ancladas en los 60 y que mezcla tan soberanamente bien los estilos predominantes a finales de esa década: el revival del blues, psicodelia, algo de folk...

by David

3 comentarios:

Hipsteritmos dijo...

Hace años, en la tienda Rock & Blues de Barcelona (una tienda enana donde clavaban unos precios de la hostia por cualquier -repito, CUALQUIER- disco), anidaba en la cubeta 60s un disco titulado "The New Yardbirds Live 1968".

Supongo que grabaciones en directo de ese verano 68 en que giraron con ese nombre antes de que Keith Moon les sugiriera el (bastante más bonito) Led Zeppelin.

¿Alguien lo ha escuchado? Es que mira que han pasado los años, pero siempre he tenido algo de curiosidad por saber cómo sonaba...

Hipsteritmos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hipsteritmos dijo...
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